viernes, 12 de diciembre de 2008

La ruleta.

Antes de que se pusiera el polvo después de la cabalgata electoral que nos condujo al 23 de noviembre, antes de que el PSUV o el colectivo hayamos trazado una estrategia de gobierno tras los resultados de esa contienda, ya se nos lanza a otra campaña para captar votos tratando de surfear la ola de la popularidad y el arrastre de los últimos meses en base a la proyección optimista del margen diferencial de votos obtenidos semanas atrás.

No recuerdo que nos hayas pedido permiso, Hugo, ni que nos hayas consultado. De hecho, desconocemos qué mecanismo interno del partido te dá la potestad de tomar decisiones unilaterales sin por lo menos preguntar nuestras opiniones. ¿Era el momento adecuado?

¿Recuerdas que formamos batallones para debatir internamente los asuntos relacionados al partido? ¿Te suena aquello de “Todo el poder para el pueblo”? ¿Te suena eso de “Con Chávez manda el pueblo”? Nosotros aún creemos en esas consignas, Hugo.

Pero nada, ya lanzaste a rodar la bolita. Un solo artículo sobre el tapete. Una asamblea que no te pone obstáculos agota la segunda posibilidad de hacer cambios en la constitución, la misma asamblea que te empegostó con un viaje de artículos crípticos y sospechosos la propuesta del año pasado, haciéndola indigesta para los votantes menos convencidos.

Y sólo hay dos resultados posibles: ganar o perder. Por más que invoquemos a Ribas, por fuerte que sea este nuevo chantaje emocional al pueblo que votará para aprobar la enmienda, incluyéndome, no podemos olvidar que hace un año perdimos un referéndum.

Así que vamos a hacer un ejercicio útil: una proyección de escenarios posibles para el día 28 de febrero 2009, cuando ya tendremos a mano los resultados, para anticiparnos a las consecuencias de cada uno de los resultados posibles y como incorporar y adaptarnos a esas nuevas variables en el proyecto de desarrollo de país que nos hemos trazado. Estás invitado a participar, Hugo, ya que como presidente de la República Bolivariana de Venezuela y presidente del PSUV debes oír nuestras deliberaciones.

Supongamos, y ojalá que así sea, que ganamos como colectivo el derecho de reelegir a un presidente cuantas veces nos parezca conveniente. En este caso a tí... o algún otro; se rumora la especie que esta posibilidad es válida sólo porque nos permite reelegirte a tí, pero lo cierto es que si no ganas en el 2012 esa posibilidad se le abre a otro u otra, y ten en cuenta de que antes de eso hay la posibilidad de que la oposición convoque a un revocatorio que, de serte adverso, coloca a otra persona en Miraflores antes del 2012.

Pero sigamos con la hipótesis de nuestra victoria en febrero 2009. La oposición oscilará entre el desánimo y la hostilidad abierta, presentándonos al mundo como una dictadura vitalicia y aumentando la intensidad de sus ataques y actos de sabotaje contra la obra de gobierno, y debemos estar prevenidos para esa eventualidad fortaleciendo la defensa de la revolución por varias vías.

Sin embargo, me preocupa que esa victoria tenga un efecto adormecedor sobre los alcaldes y gobernadores recién electos, quienes la van a presentar como un logro de sus gestiones olvidando que hay otros frentes, más pertinentes a sus funciones, a los que deben dedicar sus esfuerzos para beneficio de la colectividad. No sólo son los votos que sus respectivas circunscripciones electorales aporten al triunfo de la enmienda los parámetros de gestión que interesan al colectivo, y habrá que recordárselo con frecuencia para que no lo esgriman como excusa de las posibles fallas de sus desempeños.

Un aspecto positivo que se puede esperar es el fortalecimiento de las instancias de base, desde los batallones del PSUV a las diversas estructuras del poder popular y comunal, a quienes se deberá esa posible victoria. ¿Empezará de una buena vez la horizontalización del estado, la optimización de sus partes menos eficientes, la eliminación de sus apéndices superfluos? ¿Se abrirá al fin un proceso de integración y apertura de ese bastión del imperialismo que anida en nuestra industria petrolera, ese caballo de Troya que mantiene a resguardo los privilegios de sus empleados repartiendo dádivas a las misiones? ¿Cambiará de una buena vez el discurso hostil hacia los ciudadanos que, sin ser golpistas ni oligarcas ni pitiyanquis, no comparten todavía, y en particular gracias a ese discurso hostil, la simpatía hacia el proceso?

Veremos. Mucho depende del empoderamiento de las bases y del surgimiento, desarrollo y fortalecimiento de los liderazgos locales, que en cualquier caso ven hoy limitadas sus aspiraciones por el axioma que le restriegas en la cara sobre la imprescindibilidad de tu liderazgo, Hugo, y el de los funcionarios con los que insistes en gobernar. Caldo de cultivo para recelos y conspiraciones internas indeseables.

Y ahora hablemos de la posibilidad que nadie se atreve a mencionar, como si no nos hubiese pasado antes: que se pierda el referéndum. ¿Cuál va a ser tu reacción, Hugo? ¿Cómo crees que va a impactar eso en el estado de ánimo del chavismo? ¿Seguirán aportando sus esfuerzos con el mismo entusiasmo las personas que de una manera u otra colaboran en la construcción del país que deseamos? ¿Tendrán el mismo peso que hoy las afirmaciones sobre tu popularidad? ¿Cómo reaccionarán las corrientes de oposición? ¿Cómo quedamos allá afuera, en boca de las trasnacionales de la desinformación, al regalarles ese premio?

Debe haber un plan para esa contingencia, Hugo. Y si no nos los presentas tú, lanzado como estás en una campaña en la que sólo tienen cabida los aplausos y las estimaciones optimistas, nos toca empezar a elaborarlo nosotros desde ya, por si acaso, con los pies bien puestos sobre la tierra.

Porque hay la posibilidad de que las reacciones de ambos lados sean viscerales, y la paz del país debe ser nuestro objetivo primordial, así que te recomiendo que compartas con nosotros tus planes, que espero los tengas, para esa contingencia. A corto, mediano y largo plazo.

La derrota de la enmienda puede también ser motor para una consolidación más autónoma de los movimientos populares y eventualmente de las bases del PSUV, que reclamarán con pleno derecho hacer llegar sus aspiraciones y proyectos a niveles de ejecución y acción sin la tutela y las barandas de la burocracia estatal o partidista. Esto no es malo, ya que es la maduración obvia de esos movimientos que no por ello dejan de ser leales al proceso progresista bolivariano; mantener la coherencia y la interacción efectiva de ese fervor de pueblo en emancipación requerirá de más que las arengas y cadenas televisivas de las presentes campañas. ¿Estás preparado a gerenciar un país que expresa desde sus entrañas, desde todas las regiones, maneras más variadas y propias de transitar hacia el Socialismo del siglo XXI? Eso ocurrirá en cualquier caso, y bienvenida esa diversidad que busca sus caminos antiimperialistas y libertarios gracias al estímulo que le has dado.

Te alerté en agosto 2007 sobre la posibilidad de que el referéndum del 2D pudiera representar, como de hecho lo fue, tu primer revés electoral. En esa ocasión señalé que ello no era necesariamente malo, dado que te obligaría a madurar y repensar tu estrategia política y comunicacional. Tú insististe con TU propuesta (sin consultar a las bases) y luego la Asamblea le agregó las suyas y las maquilló con seudoconsultas y parlamentarismo de calle que muy pocos percibieron como consultas populares, pues NO LO ERAN. Y para rematar no se permitió votar artículo por artículo, o por varios bloques de artículos interdependientes... y pasó lo que pasó.

Fue evidente que en ese momento no estabas preparado para uno de los dos únicos resultados posibles de un referéndum, y aunque tu discurso esa noche del 2 al 3 de diciembre de 2007 fue muy digno, a los pocos días descalificaste con palabras indelicadas ese evento electoral. Te recuerdo nuevamente que eres presidente de TODOS los venezolanos, y aún quienes NO votan por ti merecen tu respeto. Es su derecho. De hecho, muchos de ellos no votan por ti solamente por culpa de tu lenguaje. Te conviertes de esa manera en enemigo del chavismo, ya que nos restas votos... ¿no se te había ocurrido?

Así que, ahora que estás (con nosotros) en plena campaña, tómate el tiempo necesario para considerar sin derrotismo TODAS las alternativas. Y recomiendo a todos hacer ese mismo ejercicio: guerra avisada no mata soldado, y si lo mata es por descuidado. Planificar nuestras acciones y reacciones, prepararnos de antemano para cualquier eventualidad previsible es una buena manera de evitar sobresaltos innecesarios.

Desde luego, apoyaré la reforma, pues amplía MIS derechos como ciudadano. Y haré campaña por el “SÍ” en todos los espacios en los que interactúo porque creo que es justa.
Votaré por el “SÍ” con toda la esperanza de ganar y cruzando los dedos. Ojalá ganemos... o sepamos perder.

Como dicen los “croupiers” en los casinos: “Rien ne va plus”.

Franco Munini.

http://www.aporrea.org/actualidad/a68611.html

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