miércoles, 13 de mayo de 2009
Voces de lucha o lucha de voces.
Parece no entenderse que el proceso comunicacional no tiene porqué someterse a otro compromiso que no sea el de facilitar el acceso a la realidad, presentando todas sus facetas y versiones, enriqueciendo la información con los recursos necesarios para que el colectivo pueda usar ese conocimiento para guiar sus decisiones y formarse opiniones sobre la realidad sin verse entorpecido por la engorrosa labor de "desmalezar" el producto que recibe de cualquier clase de parcializaciones deshonestas o interpretaciones dirigidas a favorecer intereses sectarios, comerciales o políticos.
La base jurídica y legal que nos interesa está esbozada en los artículos 57 al 61 de la CRBV entre otros, y parcialmente reglamentada por el Código de Ética del Periodismo y la Ley de Responsabilidad Social de Radio y Televisión; aún así, debe evitarse que esas disposiciones del contrato social de convivencia se utilicen para entorpecer el acceso a la información o la libertad de expresión. Dicho de otra manera, CONATEL, la burocracia o el "honor" no pueden estar por encima del derecho colectivo e individual a informarse y opinar, y mucho menos convertirse en encubridores de maniobras antiéticas.
En ese sentido, el gremio de comunicador@s, licenciad@s o no, colegiad@s o no, tiene la responsabilidad de sacar al periodismo venezolano del pantano de la confrontación contínua impuesta por la SIP y secundada por el gobierno al hacerse eco de ella; si no puede o no quiere hacerlo el gremio, serán l@s ciudadan@s l@s encargad@s de que los medios - TODOS LOS MEDIOS - permitan y estimulen la expresión de todos los ángulos y visiones sobre la realidad nacional e internacional, aún (y particularmente) aquellas que no están específicamente alineadas con alguno de los frentes en pugna.
Venezuela no puede limitarse, como ahora, a abrevar solamente en los dos paquetes informativos sesgados de VTV y Globovisión o a abstraerse con novelas, películas y cartones animados. Aún el entretenimiento debe ser educativo: esta es una necesidad coyuntural que debe dar respuestas a la realidad de un país cuya población fue alienada y deliberadamente desprovista de un sistema educativo adecuado a sus necesidades y que ahora carga sobre sus hombros el lastre social de un segmento etario que aún no ha aprendido a hacer lo que necesita hacer ni a investigar lo que necesita conocer a pesar de las misiones educacionales coyunturales (Robinson, Ribas, Sucre), cuyas buenas intenciones lidian con las imperfecciones fruto de la improvisación y el inmediatismo.
Un gremio periodístico que se divide entre un CNP de oposición y otras protoestructuras desagregadas a favor del gobierno no parece ser todavía capaz de formular propuestas comunicacionales que integren a ambas (y otras) posiciones en cada programa, noticia e información; como usuari@s no podemos esperar a que ello suceda si no hacemos presión. El problema es que ya nos hemos acostumbrado a la confrontación, sin darnos cuenta de que gracias a ella es que tenemos el actual clima de hostilidad permanente. Un caldo de cultivo para una guerra civil que nadie en su sano juicio desea.
Solo a través de una expresión colectiva ponderada podremos contrarrestar los efectos de la lucha por el control de la conciencia ciudadana entre los poderes del estado, los de las corporaciones y los de otros estados. Abstraernos al nirvana de la inconsciencia o dejarnos arrinconar hacia solo dos polos posibles, como hemos permitido que suceda hasta ahora, debilita el poder real que tenemos como ciudadan@s de un solo país y de un solo planeta.
En artículos anteriores sobre este tema planteaba la necesidad de tomar los espacios comunicacionales, consciente de que los poderes en pugna sólo plantean la expresión y defensa de sus respectivas posiciones y se apropian de parcelas crecientes del territorio comunicacional sin ningún reparo ético ni respeto a la posibilidad de oir las posiciones y propuestas alternativas que nacen desde el seno de la sociedad y cuya difusión es una responsabilidad inherente al papel de l@s comunicador@s, sean o no profesionales o licenciad@s.
La toma de espacios comunicacionales a la que me refiero aquí no se trata de una ocupación física de instalaciones o de la lucha por la eliminación de las opiniones diferentes a las propias de cada bando. Todo lo contrario: se trata de fortalecer la demanda de más y mejor información. Se trata de la búsqueda del trasfondo real en el que suceden los acontecimientos, de la investigación sobre las razones políticas, sociales y económicas que los originan, de la sed de contextualizar apropiadamente las piezas del mosaico informativo a nuestro alcance y de hacer que ese conocimiento esté efectivamente a nuestra disposición. Se trata, en fin, de una maduración de nuestro rol como usuari@s y a la vez protagonistas de la historia de la que somos parte.
Se trata también de la forma de lograr que esa información sea accesible a tod@s. El primer poder es el conocimiento... pero de nada sirve si no está a la mano de tod@s. Las galaxias de información disponibles en internet son invisibles a la enorme mayoría de sus protagonistas. Un espectro radioeléctrico repleto de noticias baña a países enteros ignaros de su contenido. La prensa escrita no es más que papel sucio para amplios porcentajes de los continentes. Aún si la comunicación lograra llegar a tod@s l@s usuari@s, seguiría siendo un ininteligible barullo, un oceano de voces si no se la procesa de manera de ser usable, digerible y útil.
Es allí donde empieza el papel de l@s comunicador@s. Allí es donde cobra valor el concepto de la honestidad intelectual, el de la ética, el del compromiso con la verdad por encima de los intereses sectarios, económicos o estatales que pueden permitirse financiar el proceso comunicacional.
¿Estamos preparad@s, como comunicador@s o como usuari@s, para vivir y luchar por esta utopía?
Franco Munini. muninifranco@gmail.com
jueves, 16 de abril de 2009
Comunicación, periodismo y verdad.
Las noticias se presentan de acuerdo a la filiación poítica del patrono del comunicador social con o sin carnet, y en ese proceso la noticia en sí, la "verdad" que se recogió pura y sin condimentos de la calle de la historia diaria se convierte en un producto sospechoso ante el cual el usuario se ve obligado a presuponer segundos fines y sustratos ocultos. El colectivo que consume información, y que también tiene ahora una predisposición a etiquetar la noticia según su "bando", ha llegado a tener que dudar del producto, cualquier producto, que se le presenta gracias a la falta de compromiso profesional o al exceso de compromiso "ideológico" del licenciado con carnet y/o del comunicador alternativo.
Que se pretenda reducir a dos las corrientes de pensamiento convierte la riqueza intelectual de nuestra fauna humana a dos macrogrupos homogeneizados, los de acá y los de allá.
Resulta que, a pesar de los esfuerzos de los liderazgos de ambos grupos, no somos tan primitivos; entre los extremos en pugna hay una rica gama de matices, pero es como más cómodo buscarnos el ángulo que permita etiquetarnos solo como partes o irradiaciones de alguno de los dos "polos atractores". Esa caracterización previa banaliza la opinión individual y la alimenta al molino que la convierte en propaganda "polarizada".
El izquierdista ultroso, boina roja y flanela ídem, más aún si con currículum, que se atreva a cuestionar ese antimonumento al socialismo del siglo XXI que es el nuevo centro comercial Millennium (Metro Los Dos Caminos, en el este de Caracas) y los soportes filosóficos que apuntalaron su construcción corre el riesgo de ser tildado con uno o varios de los estigmas verbales que lo mudarán cerca o al otro lado de la barrera de la contienda virtual. Simétricamente, cualquier duda sobre la sentencia a los tombos o sobre la honorabilidad y legitimidad de los bienes del virtuoso Rosales atraerá la mirada suspicaz de compañeros globovidentes prestos a cuchichear paranoicamente sobre la lealtad de quien la asome.
El error no está en la polarización de las opiniones, que son expresiones libérrimas (condicionadas o no) de quienes las emiten. El error es la barrera en sí, y el tratar de presentar noticias y opiniones en relación a esa barrera… o peor: convertirlas en material de la misma.
La barrera es una cuña clavada en el costado de la sociedad venezolana. Su propósito es dividirnos y azuzarnos para facilitar las condiciones que permitan una intervención extranjera tipo Irak, Panamá o los Balcanes. Es un cebo que le resulta muy cómodo a los líderes de los extremos, pues capitaliza la polarización en términos electorales y facilita la satanización del contrario, pero distrae la atención colectiva de, digamos, el uso inapropiado del erario público o de los lazos sospechosos de algunas ONG's con poderes extranjeros. ¿Agarran a alguien con las manos en un guiso? Se convierte automáticamente en un perseguido político. ¿Alguna irregularidad en procesos licitatorios? Se justifica por la urgencia revolucionaria.
La comunicación es una de las patas del estado. El CNP era y es el soporte comunicacional del estado de la cuarta, y sigue vivo porque ese mismo estado sigue vivo. El CNP sigue siendo a la SIP lo que Miraflores era y Fedecámaras es a Washington. Estamos construyendo una revolución utilizando como cimientos ese mismo estado absolutamente contrarevolucionario para ello. Con esas bases, y la tambaleante pata o columna comunicacional representada en el CNP incluso por aquellos "progresistas" que siguen leales a la "irrenunciable", "indiscutible" afiliación al mismo, será algo difícil garantizar la solidez de un edificio del cual nadie (y quizás esa es la idea) conoce los planos.
No somos tan ingenuos como para ignorar que la división existía antes de que esto que llamamos "proceso" empezara; lo que ha hecho la maquinaria mediática es usarla como herramienta para debilitar a la sociedad como un todo, en vez de combatirla en aras de la necesaria unidad nacional para enfrentar los retos del futuro.
Si conocemos el poder de la comunicación, es decir, si asumimos que la comunicación ES el poder, ¿porqué no lanzarnos de una vez a tomar el control de esa cosa? Porque mientras sigamos de este lado de la pantalla o del periódico, vamos a seguir recibiendo el material que producen otros, con sus fines particulares. Mientras no seamos dueños del sistema de comunicaciones, seguiremos viendo y oyendo lo que quieran quienes ostentan ese poder.
La cuestión va más o menos así: tenemos a mano a un gobierno dispuesto a proveernos un acceso a las comunicaciones, tanto para recibir como para generar información. Lo que nos toca es apropiarnos de ese aparato para que esté al servicio de las bases, y no de las cúpulas.
Ahora, las bases tienen diferentes tendencias. Y lo justo es que todas puedan expresarse. Si se desplaza el debate al lugar que le corresponde, es decir, a la base poblacional, habrá una proporción de comunicadores que no simpatizan con Chávez pero que, si se amoldan a esta dinámica, están descartando las posiciones más extremas de la oposición. Habrá espacio para esa especie roja que pide más claridad y menos culto a la personalidad del líder. Se formará un nuevo equilibrio usando el nuevo partido-medio como vehículo tanto para informar como para pulsar la opinión del público sobre asuntos que lo conciernen y sobre los cuales puede influir y participar. Una comunicación que haga del ciudadano urbano o rural el protagonista, que le dé poder de escuchar y hacerse escuchar entre personas en el mismo ejercicio pleno de las consignas de empoderamiento de las bases sin la intermediación de un carnet de periodista.
Ese tipo de estructura interactiva debe susbstituir en la lista de apetitos comunicacionales tanto a la ponzoña adictiva que se inyecta diariamente el globovidente devenido por ello en oposicionista a ultranza como al metamensaje oficial "Estamos haciendo todo por el pueblo" tras el cual uno quisiera ver más que la respuesta automática "¡Ordene, mi comandante!" que parece querer imponerse en y desde la prensa, la radio y televisión pública hasta la red alternativa.
Prefiero una estructura inclusiva como ésta, que hace de la comunicación un vehículo de maduración del debate y que involucra a todos en la distribución y defensa de la verdad como método para convencer al opuesto ideológico, a una batalla en la que solo se use como parte del debate la posibilidad tipo "comodín" de callar a uno de los debatientes. Hacer un referéndum para revocar la concesión a Globovisión no es suficiente, ni erradica el mal del periodismo de palangre. El asunto es mucho más profundo, e implica compromisos serios con la verdad y los derechos de los usuarios de la comunicación. Pretender que eso se resuelva atacando al síntoma, o en este caso al mensajero, en vez de mejorar la calidad del mensaje es aplazar una discusión imprescindible para el desarrollo de la democracia participativa.
Franco Munini.
viernes, 3 de abril de 2009
Contrato con la realidad-Comunicación y periodismo necesario
Responder estas preguntas y muchas otras que rodean al fenómeno comunicacional requiere de un análisis previo de la situación actual y sus causas, pero debe también contar con un razonable consenso sobre cuál es el periodismo que queremos, cuál debería ser la dinámica comunicacional y cómo y para qué debería ser "eso".
El brote de movimientos de expresión y comunicación alternativa aunado a un coro de críticas a diferentes facetas del proceso de información y comunicación nos bastan para señalar que algo está mal en el aparato de información y comunicación, tanto el público como el privado, tanto el nacional como el mundial; un análisis de todos los síntomas escapa el propósito de este artículo, pero es necesario para detectar, diagnosticar y curar la enfermedad que afecta la carrera del periodismo y la dinámica del proceso comunicacional.
Habría que considerar además la raíz histórica de nuestra forma de recibir, validar y aceptar información, y la evolución de los medios o vehículos a través de los cuales dicha información era y es recibida. Esto constituye uno de los diversos enfoques del análisis al que nos referimos antes, del cual nos interesa resaltar la direccionalidad y las intenciones de quienes manejan el proceso comunicacional; aún más, nos tocaría disertar sobre el hecho de que gran parte de esa historia comunicacional se desarrolló fuera de nuestras fronteras con tecnologías e intereses que nos eran ajenos.
Sin más preámbulos, caigámosle al meollo del asunto que nos convoca. Otr@s escribidor@s, más duch@s en el asunto, podrán elaborar los diagnósticos necesarios con los academicismos pertinentes a su carrera; ojalá lo logren sin necesidad de subir al pedestal de la colegiatura a esa estructura anquilosada y cuartorepublicana que es el CNP que sugiere que el "privilegio" de comunicar se obtiene gracias a un título universitario.
El mero hecho de que quien les escribe no es periodista sino ingeniero, así como much@s opinador@s que se interesan sobre este tema tampoco son periodistas, basta para indicar que el proceso comunicacional se ha vuelto, al fin, interactivo, involucrando a l@s usuari@s ya no solamente como consumidor@s sino también como productor@s de información y opinión.
Una de las facetas que me preocupan respecto a las propuestas de formación de consejos y frentes de comunicador@s es la pretensión de ubicarlas de cuajo en una de las dos aceras políticas (hay más, pero déjenme simplificar) al anteponer o incluir el adjetivo "socialista" en el nombre de las neonatas estructuras: Frensocal, el frente socialista de comunicadores alternativos, y el CNCS , consejo nacional de comunicadores socialistas.
Es mi opinión personal que estas estructuras no pueden y no deben cerrar sus puertas a las opiniones de l@s ciudadan@s que se identifican más con la oposición que con el gobierno, o con ninguna de las dos posiciones. De hecho, hay muchísimas personas a quienes el adjetivo "socialista" les produce cierta desazón, pero cuyas ideas están en realidad en el campo de la justicia social y el nacionalismo sano. Son venezolan@s con derecho a expresarse, y no podemos obligarles a hacerlo solamente a través de Globovisión o noticierodigital.
El proceso comunicacional es de carácter SOCIAL. Mucho ganaríamos si suprimimos cuatro letras para convertir la palabra "socialista" en "social". Porque de eso se trata en realidad: comunicación para la sociedad, para TODA la sociedad, comunicación social dirigida a la construcción del país de TOD@S.
Igual razonamiento podría utilizarse sobre el adjetivo "bolivariano" asociado a varias organizaciones gremiales que se autoproclaman simpatizantes del proceso político abanderado por Hugo Chávez, de no ser que el llegar a esos extremos sería una manera de minimizar el ideal de Simón Bolívar. Tal ha sido el incesante bombardeo mediático de las trasnacionales apátridas de la comunicación que el término se usa ahora despectivamente para crear una barrera entre venezolan@s.
La división de la sociedad en toletes hostilmente opuestos es un logro de la injerencia extranjera en Venezuela. Caer en el juego de separar a la ciudadanía en un "nosotros" y un "ellos" es no solo pueril e inmaduro: es extremadamente perjudicial para la necesaria cohesión nacional alrededor de un proyecto de país que beneficia a TOD@S.
Esa división, de la cual se benefician los extremistas y/o l@s delincuentes de ambos bandos, es azuzada por ell@s para desviar la atención pública de sus propias acciones en contra del patrimonio o para ganar capital político. "¡Soy más chavista que Chávez!", gritan a voz en cuello l@s tracaler@s rojipint@s esperando ganarse el favor presidencial o cubrir sus sucias maniobras con los dineros públicos; "¡Luchemos contra la tiranía castrocomunista!", se desgañitan l@s apergaminad@s líderes de la oposición mientras ocultan y protegen a varios delincuentes prófugos de la justicia por enriquecimiento ilícito y otros crímenes.
Esa división, esa misma división de la que hablamos se creó gracias al apoyo de los medios. Los nuestros y los de ellos. Por ello, al mirarlos desde esta perspectiva, los medios han jugado su propia agenda a nuestras espaldas. ¿Es razonable esperar que esos mismos medios sean ahora los que se dediquen a suturar las laceraciones en el tejido social venezolano? Eso sería lo deseable, en función de que los medios inciden en la opinión de sus respectivas audiencias, pero hete aquí el problema de la "línea editorial" y el compromiso comercial entre patronos y trabajadores de la industria de la comunicación. "Puedes tener tu corazóncito del color que quieras, pero vas a decir lo que yo te digo que digas" es un acuerdo tácito (y a veces ni tan tácito) entre los comunicadores y el patrono. Poderoso caballero es Don Dinero. Ya saben, tod@s necesitan llevar el pan a la mesa...
Pues no. NO. Me resisto a la imposición de una visión polarizada, simplista, complaciente, dogmatizada o prefabricada sobre la realidad. El compromiso con la verdad TAL COMO LA PERCIBEN l@s comunicador@s debe prevalecer por encima de las orientaciones políticas o empresariales de los medios para los cuales trabajan, aún en el rol que asumen como partidos mediáticos.
La oposición real, esa que tanto necesita este proceso, nacerá desde las entrañas del proceso y se enriquecerá con los aportes del sector menos "odiotizado" de la oposición actual. Esa nueva oposición sana, tan necesaria para denunciar las irregularidades de los funcionarios díscolos y producir acciones de gobierno más ponderadas e incluyentes, requerirá de un vehículo para expresarse, así como lo necesitaremos los anarcoides que apoyamos a este proceso mas no sentimos la compulsión de la solidaridad automática con líderes de dudosa reputación o decretos huérfanos de consulta a las bases.
Para la propaganda "oficial" de los bandos en pugna ya existen plataformas mediáticas y comunicacionales. El periodismo y la comunicación social son más que eso. El dilema ahora es que no disponemos de los medios para crear un vehículo independiente, así que nos toca subvertir desde adentro la manera en que se maneja el proceso comunicacional para prevenir los excesos de incondicionalidad asociados al clima de polarización política, relevar a las vacas sagradas de la opinión pública, colegiadas o no, cuando se obstinen en preservar el clima de conflicto de manera anacrónica a las necesidades reales del país, generar una visión más fresca y más nuestra de la realidad que vivimos y prepararnos para encarar las amenazas de la guerra de cuarta o quinta generación, que invaden el territorio sicosocial colectivo para convertirnos en enemig@s de nuestr@s herman@s.
Hay tres frentes desatendidos o pobremente atendidos por esta revolución. Uno es el frente ideológico, necesario para desconstruir la visión egoista, aislante e impregnada de antivalores que hemos aprendido de nuestro incómodo vecino del Norte y su manipuladora industria del entretenimiento. El segundo frente es el tecnológico, en el que necesitamos desprendernos de la manía de comprar los más modernos artefactos y retroceder unos cuantos pasos hasta el nivel en que podamos producir y reparar en nuestro país con nuestros artesanos los insumos de nuestras industrias, garantizando así nustra soberanía tecnológica (ojalá algún día tengamos la dicha de producir en Venezuela los motores de nuestros vehículos: tanto hierro, tanta siderúrgica y tenemos un siglo de atraso en ese campo).
El tercer frente desatendido es el frente comunicacional. A nivel interno, tras diez años de gobierno, seguimos teniendo niveles de abstención electoral cercanos al 40%. Es absolutamente inaceptable que un porcentaje tan elevado de la población siga indiferente a la posibilidad abierta para participar en el desarrollo del país y en las decisiones cruciales sobre su futuro. De alguna manera el mensaje del reggaetón prevalece sobre el mensaje del Libertador. Esa falla es nuestra, colectivamente hemos fallado en evangelizar a quienes más necesitan y se benefician de las acciones del gobierno bolivariano.
También hemos fallado en desmontar la maquinaria del odio que anida en ese antro de perversión que es la cúpula mediática de oposición, que se abroga el liderazgo, por no decir el nariceo, de l@s venezolan@s que adversan a Chávez. Los medios del estado bailan al ritmo que ponen Gloposición o El Nazional, siempre a la defensiva, siempre desmintiendo las lóbregas acusaciones que se lanzan sobre el proceso. Perdemos tiempo y recursos valiosos en rebatir la continuada satanización que se hace desde aquí por orden del imperio corporativo internacional, que sabe perfectamente bién el alcance de sus medios y sigue creyendo que la manera más cómoda de apropiarse de lo nuestro es a través de otra guerrita civil. Nos montan ollas de todo tipo, y caemos en la trampa y hasta las revolvemos. Los casos Rosales y Baduel pueden haber sido diseñados con precisión para desmoralizar a la ciudadanía a través del mensaje subliminal de la corrupción elevada a mal genético de l@s venezolan@s, a menos que los mencionados sean tan brutos o desprecien tanto las leyes y sus propias conciencias como para engolosinarse de esa manera con el dinero de tod@s.
Nos toca forzosamente desmontar esa perturbación mediática que pretende fragmentar a nuestro tesoro más preciado: nuestros jóvenes. A pesar de mi anhelo por la paz social, nos tocará mantenernos en situación de alerta por varios años más utilizando todos los recursos que sean necesarios para detectar los intentos de convertirnos nuevamente en colonia. En ello es fundamental contar con una red de información e inteligencia que permita desmontar las amenazas que se fraguan desde las estructuras de un estado megalítico que hemos heredado intacto con todos los vicios del pasado, con todas las redes que se tejieron desde los centros del poder político, económico, judicial y eclesiástico para mantener el dominio y los privilegios de las oligarquías y los magnates criollos. A ellos no les duelen nuestr@s hij@s, ni les preocupa colombianizar nuestra paz desde su indiferente desprecio a la sangre de nuestra juventud.
Pero también debemos ser creadores de futuro. Debemos enriquecer el horizonte de posibilidades de la ciudadanía, debemos contribuir con la educación y formación de una Venezuela capaz de hacer su camino. Debemos estudiar e investigar los experimentos sociales, administrativos y ambientales en otras latitudes para no quedarnos anclados en tesis ortodoxas, debemos favorecer el intercambio de información pueblo a pueblo, debemos prepararnos a horizontalizar el poder comunicacional para darle voz a las bases que conformarán el gobierno comunal.
En este punto el frente comunicacional interno se une con el frente ideológico, pues nada hacemos con un periodismo que sea apéndice de un partido. La postura crítica a lo interno debe permitir las expresiones de disidencia con las "líneas" del partido sin temor a ser etiquetadas como traición, debe darse cabida a las propuestas alternativas, aún el estímulo a la maduración del discurso de oposición para generar y elevar los niveles de debate. Debemos ser capaces de interpretar y conectar la Venezuela urbana con la Venezuela rural y de provincia, casi desconocida y muda esta última frente a aquella.
A nivel internacional, Venezuela es lo que Globovisión trasmite. Fuera de nuestras fronteras somos lo que dice CNN o FoxNews. Nos retratan el Washington Post y El País en sus editoriales emponzoñados, nos dibujan al gusto del Miami Herald, nos satanizan hasta los periódicos supuestamente de izquierdas como The Guardian. Y nosotros callados, porque al MINCI o al MRE parece que no les interesa invertir algo de la enorme suma que se dispendia a través del VIC o el VIO en un sistema de comunicaciones en varios idiomas que dé a conocer la realidad venezolana, con sus aciertos y sus bemoles, más allá de la frontera de los idiomas. Los cuatro gatos que hablamos otros idiomas además del español no tenemos a mano una plataforma que permita hacer publicidad de nuestros tesoros turísticos o nuestros productos de exportación, ni traducir y publicar en otros idiomas los artículos de nuestros pensadores, ni explicarle a los pueblos de otros paises cuál es la realidad de lo que acontece en nuestro paraiso bendecido por la naturaleza pródiga y sometido por siglos al pillaje interno e internacional. Si no le decimos a nuestr@s herman@s USAmerican@s y europe@s la verdad sobre lo que ocurre en Venezuela, ell@s no se opondrán a los intentos de invasión por parte del mismo imperio que los subyuga a ellos. ¿Entiende ésto el MINCI o el MRE?
La comunicación y el periodismo que necesitamos: un contrato claro con la realidad.
Franco Munini.
lunes, 9 de febrero de 2009
Are you talking to me? Por Ricardo Fernández.
http://www.aporrea.org/tiburon/a72124.html
El suelo es de todos, esta naturaleza y esta humanidad son un proyecto común. Según todas las religiones fuimos creados, comenzando por las tablillas Sumerias, de donde viene todo lo que digan las religiones, hasta los conceptos más sectarios vienen de allí, aquí nadie viene de una fuente distinta a las dos corrientes aceptadas por todos, creacionista y evolucionistas. Ambas vienen a decir: una que un mono fue convertido en humano y la otra; una fuente aún más humilde, la tierra, que del barro proviene el ser humano.
En ambos casos vemos un proyecto común que puso a rodar históricamente a un mono desnudo o un barro animado por el soplido de la vida y que luego este primitivo pasó un largo periodo de tiempo vestido de pieles viviendo en cuevas y cazando para vivir, aquí se unifican ambas historias y ese andrajoso primitivo se convirtió en el actual ser moderno. Nada dice en la larga historia del ser humano que unos, por no sé qué extraña razón están por encima de otros, es raro pero no dice nada de ello en La Biblia, ni en el Corán y si en el confiable Mahabarata de La India pero quién sabe cuántas violaciones habrá sufrido su bellísima materia original, para justificar las castas.
Lo cierto es que extrañamente una parte de la sociedad primitiva dice que es superior a la otra y que tiene derecho a privilegios, que vistos desde el mono suenan ridículos y vistos desde el barro es más vistoso aún la distorsión, es más notorio el ridículo, no es otra cosa sin duda que autoengaño pero nos lo impusieron a la fuerza y vivían adelantados a los demás y luego decían: te fijas que éramos superiores, claro después de una tunda e palo que se muera es normal (RB) nuestra suerte fue la de Camilo Manrique, pero aún así no tienen más razón que la del aplastamiento, no fueron humanistas, teniendo a los Griegos allí mismo a los que tanto admiraron pero resultó decepcionante la verdad griega cuando por fin la estudiaron, feo el trasfondo romano, la oscura edad media que fue la era de la Iglesia tampoco resultó tan pura, al comienzo de este periodo comenzaron a oficializar al Dios que les dio la gana, fueron tan obscenos que vino apurado, urgente y necesario, el renacimiento, que fue el intento de la separación de la verdad científica del período de la Iglesia, ni siquiera intentaron en esas oportunidades ni después ser más o menos o un poco humanistas. De todos modos nada ni ninguna de las fuentes de creencias religiosas o de las creencias ateas, justifican o dan razón de que una nación someta a los extremos en que se sumergió con absoluta e impune inmoralidad a Mogadiscio, a Haití, Venezuela desde la colonia hasta los 80 y 90, la dolorosa situación de Yakarta a la que le robaron todo, a África el continente mas rico del sistema solar, o a Latinoamérica completa, de qué otra manera creen ustedes que se hicieron tan ricos esos países G8, G6, G4, se explica acaso con Darwin la inmoralidad de los Estados Unidos para con nuestro país con el que se han enriquecido tantos y tantos apellidos de esa nación y tantas glorias tecnológicas hechas con nuestra materia prima.
La verdad es que esa parte de la sociedad humana tiene una actitud primate, trata de apiñar más bananas que los demás, en actitud primitiva y monkey, todo para sí, pero al mono se le perdona porque no entiende, pero que además me digan que yo no entiendo, que no comprendo el porque está justificado su enriquecimiento a costa de nuestras vidas, eso ya me parece demasiado, ahora se me despertó el mono fue a mi, es que ya no quiero que esa razón mate a Allende, ni a Gaytán, ni a Jara, ni a Lumunba, ni a Arbens, ni a Danilo, ni a Chávez, es que todavía son vaqueros de cantina, ellos creen que si desenfunda primero la chica es de ellos, pero la chica ahora es Coronela del Ejército Bolivariano, Médico, Cooperativista y otras tantas formas en que hemos superado a la mujer can can, ustedes nos obligaron, nos llevaron por la fuerza a tomar medidas contra ustedes, este país estaba rendido ustedes y ustedes lo traicionaron, lo trataron de verdad como un urinario y con ello no exagero, hemos creado un anticuerpo ya no les creemos. Si, somos una contracultura para ustedes, pero ustedes están preocupados y no entiende por qué estamos tan orgullosos de ello y de todo lo que está pasando. Por cierto, Venezolanos, siempre que oigan "preocupados" cámbienlo por "arrechos" y verán como el texto se aclara.
Nosotros los humanos somos todos dueños de un bien común que nos otorga la naturaleza, no es nuestra ninguna parte de ella, la base de estas inmensas riquezas es la naturaleza, hasta se puede decir que somos propiedad de la naturaleza pero no ella propiedad nuestra, por todas partes y desde un principio es ilegítima la riqueza exagerada de estos ricos dueños del mundo, porque se han enriquecido con un bien común que es para el beneficio de todos los humanos y algunos se sintieron superiores con este apropiamiento, cómo se siente bien sabroso todo aquel que se pone ropa nueva completa, lo mismo que se siente uno cuando come bien, como se ha sentido uno cuando está bien educado y tiene bastante dinero, digo bastante y piensen en mucho, todo a tu alcance, cuando todo se te hace cerca, chiquito e insuficiente. Comprar terrenos en estas proporciones es absurdo, la propiedad privada así pierde sentido, se delata su necedad, desplaza a otros. La propiedad privada tiene que alcanzar para todos, pues es un bien común, la tierra y todo lo demás, es una larga lista de derechos básicos y fundamentales, son los mínimos sin los cuales ya la vida no es una gran experiencia sino un gran peso, una desgracia, tal como se está sometiendo ahora algunos países, ya basta, se está vendiendo el agua en Sur África, privatizar los acuíferos justificados en que lo que venden es el servicio hasta los hogares, lo intentaron en Bolivia, el pueblo se les alzó en México, por poquito lo montan, pero se les ve a las claras que lo que intentan es una apropiación de fuentes naturales y libres, de un bien común propiedad de todos los seres humanos, no tiene sentido ese tipo de propiedad privada es una negación de lo público es decir, lo sustraigo del bien común y lo declaró mío porque yo desenfundé el primero ¿Are you tolking to me? ¿And so what? Es una substracción de un fondo común, toda riqueza más allá de una respetuosa y moderada abundancia, es un abuso e impide que otros puedan llegar a satisfacer sus necesidades abundantemente, sin opulentar, ni ofender al derecho de los demás. No se puede ser dueño privado del alimento nacional. Este concepto del bien común es importante porque es con el que la clase ‘superior’ guía y dueña del mundo, se da el derecho ella misma, de enriquecerse y de someter a otros, esclavizan, explotan, roban.
Dijo una hermosa Mujer, Poetiza Palestina, en el contexto de la masacre continua de los Israelíes sobre el pedacito que queda de Gaza, dirigiéndose a una niña, sola, herida, huérfana por la guerra: “estos seres ‘ya’ han perdido la vida eterna” por tan terribles pecados. Imaginemos eso han perdido su propio principio religativo, le han faltado a su nombre y a su historia. Por pecados que están más allá del perdón. La escena que habéis hecho del mundo tiene pena de mostrarse, sois demasiado. EEUU la humanidad, la historia ya no os quiere como antes, ya pasasteis de moda para el cielo. Al bohemio y enamoradizo Dios de izquierda le salió una hediente iglesia de derecha. Antes Jehová era más romántico y amigo, era Enki, mujeriego, enamoradizo, que se robaba a sus novias de entre las hermosas hijas de los hombres, no esta mentirosa iglesia pedófila, alcahueta, traidora de sus propios principios, falsos, falsos, falsos, invoco a Dios no al de ellos. Entonces doy un salto descartesiano y digo: “existo entonces soy espíritu” con esta existencia, veo, siento, reconozco lo que esta pasando, aprendo, me solidarizo, entonces este espíritu faculta, da conocimiento del mundo, de las relaciones interpersonales y de la naturaleza, hasta los que están en la cárcel reflexionan, esto dice que en términos religativos, la vida es de ese espíritu, lo que verdaderamente importa es la vida eterna, ese grado superior. Atención Monkeys acaparadores hay bananas para todos y hasta podemos sembrar más. Pierde sentido la opulencia vista desde el espíritu, cuando superamos ambas visiones, no fue un barro soplado, no fue una musaraña que evolucionó, cobra valor la vida por si misma, como puente al más allá. Como anticipo todas las religiones e iglesias son muy inferiores a Dios. En fin que allí no están los basamentos de la tal superioridad, ya que justamente estos códigos religativos o textos sagrados las niegan, o es que el propósito de estas ideologías impresas es otra.
En esos textos está la verdad de su moral, sus deberes en códices simples, estos apoderados, estos países, estos privados entonces en qué basan la tal superioridad, si no está en los códigos religiosos, ni en los códigos científicos, estos ricos, estos países, estos religiosos, son los primeros pecadores, también perdieron ya la ‘vida eterna’ única razón de su existencia técnica, de su especialización, de su vocación, de sus abstenciones, justamente con el propósito de dedicar la vida a estos dolores del mundo y a ello traicionan primeramente, entonces la vida debe estarles vacía, y perder sentido toda vocación a la que supuestamente están dedicados, han perdido sentido por no prestar servicio humanista, por agresores, por mentirosos, más de una coma le han quitado a los textos sagrados, más de una, han usurpado los textos sagrados y su significados y luego por hacer la vista gorda a lo que dicen por dentro los textos sagrados y por olvidar la fuente de su propia moral y por la moral pragmática que han desarrollado, por el show bussenes, por el show eclesia, por robar a la gente, por robarle su credulidad, su fe, porque los dioses no roban ni gozan con lo robado, eso no es Dios. Así que lo que estamos haciendo aquí es tratando de administrar equitativamente una serie de derechos base, a partir de los cuales surgen las diferencias de personas y personalidades después de los cuales cualquiera puede tomar rumbo hacia su realización particular y no esta uniformidad a la que estamos sometidos, que todos tengamos obligatoriamente que vivir en un cerro, amontonados donde entre un pobre y otro no hay ninguna diferencia, uniformados por la misma pobreza y miseria, anónimos perdidos en el parecido entre un barrio y otro de cualquier Sao Paulo, Petare, Hon Kong; es idéntico a la hondonada de la parroquia La Vega o India o México o Bolivia, todos los países no alineados entre otros etcéteros países son de idéntica miseria, pobres de proyectos, pobres de futuro, miserables a la fuerza, saqueados, robados, nos llaman llorones porque reclamamos 1% menos de pela diaria y 1% menos de saqueo a nuestras minas ya eso es 2% y ese 2% es demasiado para ellos, todavía decimos ‘por favor’ para que dejen de hacernos pipí encima, los gringos están preocupados por ese 2%, (léase arrechos) pues resulta que en vez de quejarnos lo que hemos hecho es echar a andar con valentía y que conste que fueron ustedes que nos obligaron a desconfiar de ustedes, ustedes nos hicieron esto, nos pusieron en su contra, ustedes se auto sabotearon, la serpiente boba se mordió la cola y además ensucia en el plato que come, que mala casta es esa gente. Eran demonios en cuerpos de cuáquero estrictos, severos, y cuando las costumbres hipócritas se distendieron, esas bestias se soltaron, y ahora tendrá el ingenio de Yahvé que recoger esta marabunta invasiva, grosera, de muy malas costumbres, que tiene la caradura de decirnos quejones por lo que apenas queda en madera entre Venezuela y Chile, por el saqueo que se y he visto tienen en el Amazonas Venezolano, como hablarles a lomos tan duros que se robaron la suerte, el futuro, la educación, la leche, las calles, las gerencias, los servicios, en forma de dinero colectivo y privatizaron todo, con engaño. Ninguna pero ninguna opulencia tiene sentido justificación o principio, el castigo más seguro es dejarlo caer, en su propia crisis, ya no tenían a quien trampear y se trampearon a si mismos, a su propio pueblo, ya ahora, que caigan ahora de inmediato antes de que hagan lo mismo con nuestros países otra vez.
martes, 6 de enero de 2009
Por qué la revolución debe ser laica, y sus líderes dar el ejemplo
Por Xavier Padilla.
Estoy consciente que mi posición en este tema de la religión es extremista para muchos, pero de verdad expresa mis convicciones, y como todos aquí podemos y debemos expresarnos, pues sea. La religión, por el hecho mismo de constituir un derecho de cada quien, es algo que debe quedarse en el terreno de lo personal, de lo íntimo y no mezclarse en los asuntos de orden público. ¿Por qué? Porque una vez establecido en nuestra constitución el libre culto, la profesión de fe de un presidente no sólo es irrelevante sino que puede afectar la sensibilidad de otros en el pueblo que no comparten la misma fe o simplemente no comparten ninguna y son ateos. Se trata de una neutralidad deontológica inherente a su cargo, en el caso de una república como la nuestra. Eso en cuanto al respeto formal de las estructuras de derecho del país. En cuanto al aspecto de estrategia política, si bien el "uso" de la religión puede tener efectos seductivos en la población creyente (que es en nuestro país mayoritaria), lo cierto es que en un sentido más profundo de la ética revolucionaria es responsabilidad moral de los líderes y dirigentes revolucionarios promover el uso de la razón, facilitarle al pueblo los medios y herramientas necesarios para salir del oscurantismo, de la ignorancia, credulidad y superstición en que lo han mantenido las religiones que influyen en su psicología colectiva patrocinando el miedo, la penitencia, la culpa, la vergüenza de cuerpo, la discriminación de todo lo referente al "más acá" e imprimiendo en la humanidad la huella jerárquica (propia de los dogmas teológicos) de una bota universal. No se trata de negar la espiritualidad, sólo de deslastrarla de tanto irracionalismo, pues la espiritualidad no puede estar reñida con la razón. La razón no pretende saberlo todo, y sólo parece arrogante a los ojos de la religión por osar buscar por sus propios medios penetrar en las arcanas de la naturaleza, sin autorización divina. Es este coraje que debe ser promovido por los revolucionarios socialistas, pues la revolución es también y sobre todo una revolución cultural. Sin transformación del individuo no hay transformación social, ni nueva sociedad. Si los revolucionarios nos quedamos al margen de este punto, estamos olvidando al menos la mitad de las cosas. Chávez podría hacer el esfuerzo de poner de lado sus propias inclinaciones religiosas y explicar esos mismos principios humanistas que transmite al pueblo sin recurrir a referencias bíblicas y hechos históricos tan dudosos como la resurrección y otros milagros. Realmente no es necesario recurrir a ellos para hablar de justicia, solidaridad y amor entre los hombres, esos mismos principios han sido expresados por mucha gente a través de la historia y no son una invención de la Biblia ni de sus santos. Si las escrituras llamadas sagradas contienen incuestionables enseñanzas morales ello es debido a que recogen la historia de los hombres, la cual ha sido escrita por éstos y no por dioses. Las religiones instituidas han monopolizado la sabiduría humana para volverse contra ella, y han capitalizado el sentimiento espiritual de la humanidad para terminar haciéndolo antitético al conocimiento y hacernos esclavos por la ignorancia.
jueves, 25 de diciembre de 2008
Chatarra.
Un catanare cargado de chatarra viene llegando por la ruta cósmica del tiempo. Como un autobús cumpliendo su horario, cada Navidad regresa este estúpido carnaval de consumo, adornos inútiles y sentimientos artificiales a dizque conmemorar el cumpleaños de Chuíto. Un símbolo de lo peor de la dinámica socioeconómica del capitalismo despliega y arma sus barracones de circo en el campo de la siquis colectiva; una avanzada del peor ejército mercenario penetra y se instala cómodamente en el territorio ya no soberano de nuestras conductas para hacer estragos de lo poco que nos queda de autóctono y originario. Las huestes de soldados de fortuna secuestran y violan nuestros infantes con nuestro permiso, sembrando en el vientre de sus tiernas mentes las ideas que en el futuro los harán sus cómplices en la predación de lo nuestro.
Los invasores levantan sus estandartes de pinos y bolitas, sus Santas barbudos y sus lazos de regalo; el aire retumba de las peanas de victoria de villancicos, gaitas y músicas navideñas mientras nuestras poblaciones son arreadas prisioneras a las mazmorras de los centros comerciales donde se transan las miserables ganancias de las horas-hombre sustraídas de sus vidas por bienes suntuarios e inútiles en la atmósfera surrealista del comercio.
En nuestro propio suelo, sin el menor reparo ante nuestra mirada atónita, los amigos del imperio invasor compiten en actos de sumisión y entreguismo. Desfilan con fervor los colaboracionistas, cada cual lidiando por prostrarse con más gracia y donosura en abyecta adoración de los símbolos del mercado que los ha privado de su esencia interior dejando en su lugar un corazón falso de hojalata.
Festones y guirnaldas por doquier, paisajes nevados con carrozas volantes arrastradas por renos, nuestro país deja de ser nuestro y se convierte en lo que en realidad es y seguirá siendo si no actuamos: un bastión más de la penetración cultural que precede a las invasiones reales. Las hamburguesas y los sannicolases llegan antes que las bombas, aplanan el terreno sicosocial para moldear nuestro pueblo a la aceptación e idolatría de los productos chatarra que vomita sobre nosotros la industria de lo artificial y accesorio a cambio de la renta petrolera, igual que otrora pasó con nuestro oro y piedras preciosas a cambio de espejos y vidrios coloreados.
Los vidrios coloreados vinieron acompañados de la ponzoña judeocristiana que reemplazó nuestra cosmogonía; nuestro pueblo rinde culto a la misma cruz en cuyo nombre se libraron las más horrendas guerras, y se prostra de hinojos ante sus purpurados parlanchines de feria buscando redimirse de pecados que nos son ajenos y de los cuales no somos culpables... pero he allí el sublime truco de la fe, el mismo que nos condenó al trabajo esclavo con la promesa de un nirvana después de esta vida, cuyos frutos entregamos como ofrenda al altar blasfemo e hipócrita que usurpa el legado del Cristo socialista que debería ser ejemplo de conducta de sus pastores.
La revolución de la que somos protagonistas debe tomar como suya la tarea de recuperar los espacios sicosociales ocupados durante cinco siglos por fuerzas alienígenas para las cuales somos, y así nos lo han hecho creer, seres inferiores. Hasta llegó a discutirse si teníamos o no algún componente espiritual (alma, le dicen por allí). Con amos de esa calaña ordenando nuestras vidas, muy poco será lo que podamos avanzar, ya que grava demasiado el lastre del sentimiento de inferioridad al momento de liberarnos de los yugos. Esclavos timoratos de la luz de la autodeterminación, ya lo hemos visto antes, se resisten a dejarse quitar las confortables cadenas de la mansedumbre; se hicieron adictos al látigo.
Librémonos del lastre intelectual. Fuera cruces, miquimauses, santas y supermanes. Para avanzar ligero, esta revolución debe sacudirse de encima esa chatarra.
Franco Munini.
sábado, 13 de diciembre de 2008
Enmienda y autonomía de las bases críticas.
Sobre la percepción de que la enmienda AUMENTA nuestros derechos, no hay duda: nadie debería impedirme votar cuantas veces quiera por un presidente. Más allá de eso, nos toca tratar de asegurar (porque no sabemos si de hecho ganará el "SÍ") que la enmienda sea aprobada, no tanto por la enmienda en sí, sino por el efecto catalizador estimulante o desanimador que ese resultado pueda producir sobre el entusiasmo de las bases populares en la lucha por su emancipación.
La piquiña que esa enmienda produce es que much@s creen que eso sólo favorece a Hugo Rafael Chávez Frías... cuando claramente es una opción que se abre también a l@s excelentes, brillantes y preclar@s candidat@s que la oposición y el mismo chavismo o escisiones de él puedan presentar.
Dicho de otra manera, quiero que sean los ciudadanos los que tengan la potestad de decidir si quieren que un presidente repita más de una vez, a través de sus votos, y que la Constitución no sea una barrera para ello. De todas formas la propuesta será sometida a referéndum, así que "esta tiranía" se someterá, una vez más, al voto popular. Por décimoquinta vez. Extraña tiranía, ¿verdad?, ésta, que recurre a la consulta ciudadana y al poder originario en vez de dejarse manejar por un puñado de legisladores partidocratas enflusaos.
Gracias a esa libertad es que se generan nuevos espacios autónomos de lucha antiimperialista y de empoderamiento popular. Chávez y el estado/partido, a pesar de las buenas intenciones, siguen siendo parte de la estructura de dominación al tratar de estatizar la dinámica de los movimientos populares; sin embargo, ya no hay más esa barrera represiva tan cara a la cuarta que antes impedía las manifestaciones independientes y alternativas de los procesos de emancipación y empoderamiento popular.
Esos procesos libertarios no se amoldan al PSUV por principios ni se dejan fagocitar por las estructuras formales o informales del estado, pero lo apoyan en cuanto les garantiza espacios de acción y soluciona algunos de los problemas del colectivo de base que de otra manera harían más difícil su avance. Son movimientos que rara vez hacen irrupción en el escenario público... por ahora; hay algunos indicios de que, a raiz de las presiones del estado formal infiltrado o infectado y su consecuente falta de incisividad en el combate a las estructuras reaccionarias, van a empezar a verse con más frecuencia acciones mucho más contundentes que las del Colectivo La Piedrita (saludos, compas). Y esto es algo que a la derecha le va a complicar seriamente los planes, ya que son acciones que Chávez podrá quizás condenar de boca, pero no de hecho.
Casos como las acciones del sicariato matando dirigentes sindicales y líderes campesinos, o el narcoparamilitarismo en los barrios o la judicialización y criminalización de los protagonistas de las tomas de tierra o la impunidad y falta de castigo a los criminales que fomentaron el paro petrolero y otras acciones desestabilizadoras, todos ellos auspiciados por las fuerzas reaccionarias desde adentro o desde afuera del estado formal no encuentran respuesta por parte de ese mismo estado boliburgués.
Esa bomba de tiempo no está dispuesta a ser utilizada por las fuerzas reaccionarias, sus enemigas naturales, ni por la demagogia captavotos de un partido: es un elemento de preocupación tanto para los dirigentes de oposición en los espacios conquistados el pasado 23N como para el "boliburguestado", que quisiera amansarlo y direccionarlo.
Esos polvos trajeron estos barros. La dinámica parece orientarse a una confrontación triple en la que sólo Chavez podrá mediar, y para ello deberá radicalizar la lucha contra los males endémicos de nuestra sociedad que nuestro nefasto sistema judicial sigue promoviendo.
Franco Munini.